domingo, 6 de noviembre de 2011


KATHE KOLLWITZ



Nací en Alemania  en 1867, las fechas no son siempre importantes pero en mi caso sí lo son porque están muy ligadas a mis trabajos.
Con 17 años viaje por primera vez con mi hermana y mi madre a Berlín y Múnich, después de esto comencé mis estudios de forma independiente y me comprometí con Karl Kollwitz, de ahí mi apellido.
Más tarde comienzo mis estudios de arte en Múnich, en la Escuela de Arte para mujeres ya que no éramos aceptadas en las academias de arte habituales . Aquí es donde comienzo a interesarme sobre todo por los grabados. Max Klinger tuvo mucha influencia sobre mí  con sus estampas dramáticas.
Me case con 28 años con Kollwitz que era médico de profesión. Me traslado a vivir a un barrio muy pobre de Berlín, donde tuve una visión de las miserables condiciones en las que vivía la clase obrera y estos fueron los motivos centrales de mi obra, la crítica social y las condiciones inhumanas en las que vivían los obreros.

“...Cuando, especialmente por mi marido, conocí lo profundamente doloroso y trágico de la vida proletaria, cuando conocí a mujeres que venían pidiéndole ayuda, y de paso también a mí, me fue conmoviendo con toda intensidad. Me atormentaban e inquietaban problemas no solucionados como la prostitución y la desocupación, que contribuían a que perseverara en la representación del pueblo humilde; el hecho de representarlo continuamente, significaba una válvula de escape y hacía que la vida fuera soportable.”*

Hacia 1898 asistí a una obra de teatro dramática de Gerhart Hauptmann “Los Tejedores” que me produjo un gran impacto y comencé una serie de aguafuertes que llame “La revuelta de los tejedores”, con las que obtuve un gran reconocimiento del público y de la crítica y comencé a ser más conocida.


En realidad hice la representación de lo que conocía, la muerte el nacimiento y la maternidad asociadas a la condición vulnerable de la población femenina en la guerra.  
Podríamos decir que mi obra tuvo tres etapas:
-         En la que me dedico a los aguafuertes
-         Litografía
-         Finalmente grabado en madera, donde me doy cuenta que las figuras y sus contornos adquieren un carácter preciso y afilado, casi desgarradores.

“...La verdadera razón por la cual elegía para mis representaciones casi exclusivamente motivos de la vida obrera, fue que estos me daban simple e incondicionalmente aquello que yo consideraba bello. Bello era para mí el peón de Königsberg...Bellos, los movimientos generosos del pueblo. La gente burguesa no tenía atractivo alguno para mí. Toda la vida burguesa me parecía insípida. El proletariado, en cambio, tenía una gran pujanza.”

Tuve dos hijos, Hans y Peter.
Peter fue llamado a filas en la Primera Guerra Mundial y falleció en combate, lo que me supuso una tremenda depresión de la que nunca me recupere totalmente y mi trabajo estuvo muy influenciado por este hecho, comenzando a hacer autorretratos y  plasmar las tragedias entre padres y los hijos.

Visite una muestra del artista alemán Ernst Barlach y también  me impresiono profundamente, el influyó mucho en mi trabajo, y se convertiría más tarde  en un buen amigo.

Finalizada la primera guerra mundial, fui elegida como miembro en la Academia Prusiana de Artes y más tarde obtendría el grado de profesor. Hacia 1919 me comenzó a interesar la escultura, después de conocer a Rodin, pero nunca deje el trabajo grafico.

Realicé más de 50 autorretratos, en los que quise plasmar el avance del tiempo en mi cuerpo , nunca tuve miedo a la muerte y tampoco a la vejez.





Cuando los nazis tomaron el poder bajo la dirección de Hitler, mi trabajo artístico fue considerado como “degenerado” y no pude volver a exponer en público.

A partir de 1938 mi vida fue una tragedia constante, muere mi gran amigo Ernst Barlach, mi esposo fallece dos años más tarde y en 1943 tuve que abandonar mi hogar en Berlín porque fui denunciada por el régimen nazi alemán por convertirme en una de las principales creadoras de denuncia pública en las manifestaciones políticas.

Viví en las dos Guerras Mundiales, en la Primera perdí a mi hijo y en la segunda destruyeron mi taller con gran parte de mi obra.
Después de la destrucción, realice mi última serie de grabados “MUERTE”, compuesta de 8 litografías, donde claramente quiero expresar mi pesimismo.

Me había propuesto llevar a cabo mi antiguo proyecto de hacer una serie de hojas gráficas acerca del tema de la muerte y luego terminar con todo, dejar ya mi obra....En definitiva, éste es mi testamento: No hay que moler las semillas. Igual que aquello de ¡Guerra Nunca Más!, esto no es un anhelo, sino una orden, una exigencia." *





Mi vida termina en 1945, dos semanas antes de la proclamación del fin de la Segunda Guerra Mundial.
4 décadas después de mi muerte Hans Pels Leus den, pintor y marchante de arte, abrió un museo en Berlín que lleva mi nombre .  





* Citas del libro Käthe Kollwitz, Ich will wirken in dieser Zeit. (Voy a actuar en este momento). Pertenecen a una selección de sus cartas y diarios.


Este blog es didáctico y no tiene ningún interés comercial. Todas las imágenes han sido obtenidas de internet imágenes. 


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